Estupenda noticia: Disrupción y negocios 2021
El término disrupción significa rotura o interrupción brusca. En el ámbito empresarial fue adoptado por Clay Christensen profesor de la Harvard Business School en 1995 para referirse a la transformación de los modelos de negocios y al valor de la conexión a través de la tecnología y la innovación empresarial.
Los rápidos cambios tecnológicos que se han producido en estas dos últimas décadas han propiciado que la disrupción haya rebasado el ámbito empresarial y se haya instalado definitivamente en la sociedad.
En la actualidad hay factores que desencadenan cambios disruptivos que en principio no están solo relacionados con la tecnología pero que deben utilizarla y sacar provecho de ella. El ejemplo más reciente ha sido la pandemia COVID y sus restricciones, que ha producido cambios drásticos en la conducta de compra de las personas y en la forma en la que las empresas se relacionan e interactúan con sus clientes.
La compra de artículos en la red ha llegado para quedarse; en estos meses de confinamiento ha tenido un crecimiento exponencial al haberse producido una disrupción en hábitos y modos de compra de los particulares, quienes han tenido que abandonar las compras presenciales y materializar las mismas a través de tiendas on-line.
Todo había empezado a cambiar antes, pero esta transformación se ha precipitado vertiginosamente con el COVID 19. Ya no pueden concebirse las estrategias empresariales, las decisiones de compra de los particulares y sus actos cotidianos, sin la red. La utilizan tanto las empresas para llegar a más clientes como los particulares para comprar o solicitar servicios de cualquier administración ya sea general, autonómica o local y sus organismos.
La empresa debe cortocircuitar sus modelos de negocio anteriores y restablecer su energía diseñando unos más novedosos y adaptados a la realidad programando y canalizando gran parte de su actividad a través de la red.
Es inimaginable una empresa que no cuente con web, tienda on-line, o app, o bien con todas ellas a la vez. Esta digitalización con un adecuado posicionamiento SEO, y por tanto la automatización del marketing, facilitará de forma inmediata y constante la medida de las preferencias de sus clientes, su género, la edad de los demandantes de los productos y un sinfín de circunstancias que permitirán redefinir y corregir la estrategia de ventas y mejorar el conocimiento del perfil de los demandantes de los productos, su grado de aceptación, y cómo conclusión dónde concentrar los esfuerzos comerciales en cada momento y cómo personalizar sus productos.
Esto no debe suponer la despersonalización de la relación con los clientes, que deben seguir sintiéndose “mimados” por la empresa y motivados a seguir comprando. Encuestas de calidad, llamadas telefónicas, chats on-line, etc., permitirán que su cliente se sienta importante, comprendido y satisfecho.
Las Administraciones también han aceptado que tienen que hacer su cambio disruptivo y lo han iniciado. Deben apagar e inmediatamente encender de nuevo la luz, dotadas de una nueva imagen a través de la oferta de una amplísima gama de servicios digitalizados que facilitarán la vida y proporcionarán bienestar y satisfacción a sus ciudadanos.
Estos han de tener la posibilidad de realizar sus trámites sanitarios, de empleo o desempleo, tributarios, etc., con pocos clicks y de forma rápida, sencilla y comprensible. También ha de ser consciente que cuando la persona adopta el rol de ciudadano e interactúa con ella, se convierte en un usuario más exigente que cuando éste actúa con el rol de cliente de una empresa.
Deben por tanto cuidar al usuario que espera recibir un buen servicio como contraprestación a los impuestos que paga, y obtener el mismo feed back que las empresas para mejorar en calidad y atención al ciudadano.
El cambio disruptivo se ha impuesto a pasos agigantados. La digitalización de las actividades de los agentes económicos, sociales y administrativos es el presente. Si no se asume de forma inmediata y se lleva a cabo la digitalización, los modelos de negocio y las formas de relacionarse con la Administración estarán obsoletos en un breve espacio de tiempo.
Cualquiera que quiera seguir siendo eficiente en sus ámbitos de actuación, mejorar sus ventas y ofrecer servicios “excelentes” debe admitir que todo ha cambiado y que ha de adaptarse al nuevo entorno asumiendo que la digitalización es pieza clave y fundamental para alcanzar sus metas u objetivos.
¡¡¡El mañana ya es hoy, el futuro ya ha llegado!!!